Las primeras ocupaciones humanas registradas se deben a los
nama o san. Más tarde diversos grupos provenientes del norte de África se
establecieron en el territorio. Los europeos llegaron en número considerable
durante la segunda mitad del siglo XV; las costas de Namibia fueron exploradas
por el portugués Bartolomeu Dias en 1486, pero la aridez del territorio no
estimuló su colonización en ese momento.
La historia reciente de Namibia comenzó en enero de 1793,
cuando los neerlandeses reclamaron Walvis Bay. En 1815, con la anexión de la
colonia del Cabo de Buena Esperanza neerlandesa por los británicos, el puerto
pasa a formar parte de su territorio.
Este importante puerto había sido descubierto en 1487 por
Bartolomeu Dias, pero la región no fue reclamada por la corona portuguesa,
probablemente por estar abandonada en medio del desierto de Namibia.
En 1840 llegaron los alemanes, quienes tomaron posesión del
territorio y lo colonizaron con el nombre de África del Sudoeste Alemana,
nombre recién puesto en 1884, perdiendo esta posesión tras su derrota en la
Primera Guerra Mundial. La Sociedad de Naciones legó a Sudáfrica su
administración temporal en la forma de un mandato, la cual ocupó Namibia como
una provincia de facto. Años más tarde la ONU y la Corte Internacional de
Justicia declararon en numerosas ocasiones ilegal la ocupación sudafricana.
Iglesia Luterana Evangélica, en Windhoek.
Durante la ocupación sudafricana, se impuso el sistema de
segregación racial (apartheid) y se llevaron a cabo movilizaciones forzadas de
personas. Enormes granjas fueron asignadas a granjeros de ascendencia europea,
mientras que los nativos africanos fueron relegados a los territorios más
pobres. En respuesta a esto, se crearon diversas fuerzas opositoras al régimen
del apartheid, siendo la más importante SWAPO que se convertiría a la postre en
el representante oficial del pueblo de Namibia en la ONU durante la ocupación
sudafricana. Sudáfrica utilizó Namibia para atacar otros países,
particularmente Angola, con el fin de impedir que el comunismo se extendiera
por el sur del continente.
Después de muchos años de guerra y bajo la presión
internacional, Sudáfrica acordó abandonar el territorio y supervisar la
transición a su independencia, que en 1989 eligió a su primer presidente en la
persona de Sam Nujoma, líder de SWAPO. Sam Nujoma fue reelegido en 1994 y 1999,
además en ambas elecciones alcanzó la mayoría parlamentaria.
En 2004, Hifikepunye Pohamba (candidato de SWAPO) fue
elegido presidente, logrando 55 de 72 escaños en el congreso.
